Esta decisión recorta las oportunidades del estudiantado tanto de universidades británicas como españolas, ya que les será arrebatada la posibilidad de desarrollar sus programas formativos de forma combinada entre estas. Sólo en el curso 2018/2019, más de 30.000 personas de toda Europa se formaron en Reino Unido dentro del paraguas del programa Erasmus+ tal y cómo indica el último Erasmus+ Report. A su vez, más de 18.000 estudiantes de las universidades británicas se beneficiaron de estas ayudas de movilidad para complementar sus estudios en universidades de los países que forman parte de dicho programa. De acuerdo al último Erasmus+ Report, Reino Unido se encuentra en el top 5 de países en envío y recepción de estudiantes.
El principal argumento para la salida del programa ha sido el elevado coste económico que supone este para Reino Unido. Sin embargo, la decisión de permanecer en el Espacio Europeo de Educación Superior prescindiendo del programa Erasmus+ demuestra una visión cortoplacista y utilitarista de la Educación Superior. La movilidad internacional no es un gasto sino una inversión en la calidad educación superior y el enriquecimiento conjunto de la sociedad, tal y como se viene demostrando desde el nacimiento del programa. La propuesta del gobierno británico, que pretende suplir al programa Erasmus+ jamás podrá reemplazar, ni la capacidad de internacionalización, ni el alcance que tiene el programa europeo. Además suponen un incremento de la carga burocrática que tiene que hacer el estudiante para poder cursar su movilidad.
El programa Erasmus+, con más de 30 años de historia y habiendo incluido ya a más de 10 millones de estudiantes, ofrece una experiencia académica, profesional y personal única que será todo un reto igualar por parte del nuevo programa que Reino Unido pretende establecer. Por ello, lamentamos que no se haya escuchado la voz de estudiantes y universidades abogando a nivel europeo para su mantenimiento.
Afrontamos con indignación cómo los temas económicos y las rencillas diplomáticas perjudican al estudiantado europeo, independientemente de su estado de origen. Por ello, solicitamos información al Ministerio de Universidades acerca del futuro de los intercambios académicos con Reino Unido y actuaciones concretas para que el estudiantado no pierda la oportunidad de poder relacionarse, conocer y enriquecer su juicio crítico a través de una experiencia de movilidad.
Sin el programa Erasmus+, perdemos todos.